Luis
Muñoz Rivera
Luis Muñoz Rivera 1859 – 1916
Nace el Prócer Luis Muñoz Rivera, el 17 de julio de 1859, en Barranquitas, fecha memorable para el pueblo, ya que se celebraba ese día las fiestas patronales en honor a su Patrona, La Virgen del Carmen. Hijo de don Luis Muñoz Barrios y doña Monserrate Rivera ama de casa; su padre notario público y alcalde de Barranquitas por varios años. A una temprana edad, el niño es matriculado en una pequeña escuela privada del pueblo, aquí el profesor Francisco Becorrea, le enseña las primeras letras. Demuestra el niño una gran disposición para captar las enseñanzas, con mucha viveza e imaginación. Continúa su desarrollo académico y a los 10 años de edad prosigue sus grados elementales con el profesor, don Felipe Negrón Flores. Luego estudia francés con el maestro, don Jorge Colombani y la teneduria de libros con su señor padre. A los quince años comienza a despertar en el jovencito inquietudes literarias, su amor a la lectura se hace notable. Aún sin salir de su pueblo, va nutriendo su intelecto con selectas lecturas, refinando su gusto y predilección por la poesía, lee obras de autores franceses, especialmente los poetas. Se interesa además por la política, leyendo los periódicos que llegan de San Juan y de otros pueblos de la isla.
Desde muy joven se dedica al comercio y le sirve de maestro a nueve hermanos menores, instruyéndoles en materias esenciales. A los veintidos años se inicia Muñoz Rivera en la poesía y somete sus primeros trabajos poéticos al público a través del periódico” El Pueblo”, de Ponce que dirigía el destacado periodista don Mario Braschi. El periódico El Tiempo, publica sus primeros versos, los que tienen gran acogida. A partir de ese momento, comienza a crecer su reputación literaria. Sus artículos como sus versos aparecen con mucha frecuencia en los periódicos y revistas del país. En ocasiones firmaba con el pseudónimo de “Incógnitus” y en otras con el de “Rigolo”.Su primer logro es el poema Vasco Núñez de Balboa, publicado en el periódico “El buscapié”, que dirigia don Manuel Fernández Juncos. Continúa escribiendo poemas y los mismos resultan ser un acierto extraordinario por su originalidad impecable y su forma rítmica. Tanto es asi, que se le proclamó el más destacado poeta épico de la juventud de su llempo.
Su poesía se hace muy popular y se recita en todas partes. Su lira heróica, bellísima es solicitada en diversas reuniones, poemas como: Nulla Est Redemptio, La Marsellera, Sisifo, Minha Terra, Las Campanas, Cuba Rebelde, Himno, Parias, entre otras. Luis Muñoz Rivera expresa en sus versos los hechos que se desarrollan en un ambiente de esclavitud, que impera el castigo y se coactan las lIbertades. Con su pluma logra entonar los primeros cantos a las libertades, que la gente oía con entusiasmo aunque temerosos por el riesgo a ser castigados.
En el 1883, ingresa al Partido Liberal, su reputación ya era notable, ya que sus poemas y Nus artículos le abrían el camino. Su padre militaba en el Partido Conservador. Más tarde lo nombran Presidente del Comité Central de su pueblo y al mismo tiempo Consejal del mismo municipio. El de marzo de 1887, es nombrado miembro del Partido Autonomista en la célebre Asamblea constituyente, celebrada en Ponce, bajo la Presidencia de Román Baldorioty de Castro. La entrada del joven Luis Muñoz Rivera a la contienda política del país fue muy bien recibida. Unos días después y en una reunión política celebrada en Yauco en el hogar del líder Luis Cianchinni, el prócer Román Baldorioty de Castro presenta al joven Muñoz Rivera en la forma siguiente: “Os traigo a mi discípulo. Creo que me superará y será el continuador de nuestra obra política y social”. Como resultado a la Asamblea en que se constituye el Partido Autonomista, el gobernador General Romualdo Palacios, promueve uni persecución incesante contra todo el que simpatizaba con el movimiento autonomista. El atropello y el encarcelamiento era la orden del momento. La guardia civil sembró el terror y d pánico; sable en mano, las fuerzas militares se observaban cruzar por todas partes. Infelicos campesinos eran sometidos a las torturas mán terribles. Este periodo se conoce en Puerto Rico como la era del “Componte”. En ese año de 1887 son encarcelados los patriotas don Francisco Cepeda, Baldorioty de Castro, Santiago R. Palmer Zabala, Carbonell y Descartes en las frían mazmorras del Castillo del Morro, acusados de separatistas y conspiradores.
El 30 de septiembre de 1889, muere la figuramáxima de la autonomía del país, don Román Baldorioty de Castro a quien sus discípulos le saludaban y le reconocían como el maestro. Mientras un grupo de destacados miembros del movimiento autonomista del país se encontraban ante el cadáver del patricio, pensaban respecto al sucesor. Es entonces que don Ramón Marín presentó al joven Muñoz Rivera diciendo: “He ahí el hombre del Porvenir”. Todos estuvieron de acuerdo y en aquel momento histórico fue proclamado Muñoz Rivera como el sucesor de Baldorioty de Castro.
Al comienzo del año1890, se disponía a abandonar su pueblo natal para trasladarse a Ponce y al momento de partir unos guardias lo detienen, acusándolo de haber talado una plantación. Muñoz Rivera comparece ante el juez Francisco Lanuza y al oir su declaración, el magistrado lo absuelve de la infame intriga. Al quedar en libertad, Muñoz Rivera continúa su viaje n Ponce donde establece su residencia. En julio de 1890, sale a la luz pública el primer número del periódico,”La Democracia”, que funda en Ponce a su llegada. Así se inicia su trabajo y sus luchas en el periodismo y la causa autonomista que le había delegado Baldorioty de Castro.
En 1891, se celebra en Mayaguez una asamblea del Partido Autonomista y Muñoz Rivera propone en unión a José de Diego, el nombramiento de una comisión, que se traslade a Madrid para que Ne pactara un acuerdo con el Partido Liberal o el Partido Republicano, la moción fue derrotada. Se dirige Muñoz Rivera a la Asamblea y dice a la concurrencia: La autonomía reclamada por nosotros no es otra cosa que la descentralización administrativa que proclama las modernas escuelas democráticas.
En el 1893, Luis Muñoz Rivera contrae matrimonio con Amalia Marín, hija de Ramón Marín, político de esa época, un arecibeño y admirador de Muñoz Rivera. De la relación matrimonial nace años más tarde, José Luis Muño Marín, que con el correr de los años fue gobernador del país y fundador del Partido Popular Democrático. Sus luchas y fragor de las campañas políticas quebrantaron su salud y viaja a España con miras a restablecerse de su condición. El viaje lo aprovecha además para hacer contactos con las figuras prominentes de la política de España. Envía crónicas y artículos para ser publicados en el periódico, La Democracia relacionados con los acontecimientos del momento. Una vez regresa a la isla, se reune el Dictorio del Partido Autonomista, acordándose el 27 de julio de 1896, enviar a Madrid una comisión investida de plenos poderes pari negociar un Pacto con uno de los partidos españoles que más probabilidades tuviese de implantar lo antes posible en la isla el programa que defendía el partido desde 1887. La comisión la formaron Luis Muñoz Rivera, José Gómez Brioso, Rosendo Matienzo Cintrón y Federico Degetau. La comision logra el pacto con el Partido Liberal Español que dirigia Práxedes Mateo Sagasta, gracian al trabajo incesante de Luis Muñoz Rivera. En febrero de 1897, regresa la comisión habiendo logrado el objetivo, celebrándose en San Juan una magna Asamblea del Partido Autonomista y en la misma Muñoz informa las gestiones realizadas José Celso Barbosa y sus seguidores protestan, afirmando que el pacto debió efectuarse con el Partido Republicano Español, por considerar que dicho partido había colaborado más en el desenvolvimiento político de la isla. La Asamblea aprobó el pacto con una votación de 17 a 7. El Dr. Barbosa recoge la bandera del partido autonomista, manifestando que él y sus seguidores se la llevan para conservar el programa que sustentaban. Aprovecha Muñoz Rivera la Asamblea para organizar El Partido Liberal con los partidarios del pacto. En marzo de ese mismo año el nuevo Partido Liberal, celebra una Asamblea en San Juan en la que se ratifica el pacto y se confirma a Muñoz Rivera como Presidente del Partido. El 14 de junio de 1897, Muñoz le escribe al excelentísimo Señor, don Germán Camazo, Ministro del Gobierno de España. La carta dice entre otras cosas: “La isla está con nosotros y nosotros estamos con España”.
En agosto de 1897, el Primer Ministro de España,Cánovas del Castillo es asesinado y sube como Jefe de gobierno, Práxedes Mateo Sagasta, Presidente del Partido Liberal Español. El 25 de noviembre de ese mismo año se aprueba la Implantación del gobierno autonómico en Puerto Rico. Las riendas del gobierno de Puerto Rico desde ese momento quedaban en manos de los puertorriqueños. España sólo se reservaba las lacultades inherente a la soberanía nacional. El gobierno Autonómico fue inaugurado el 9, de febrero de 1898, compuesto por Liberales y Puros que dirigía Celso Barbosa. Al constituirse el Gabinete los disidentes tuvieron representación. Las carteras ministeriales correspondieron a Luis Muñoz Rivera, Secretario de Gracia, Justicia y Gobernación; Manuel Fernández Juncos, Secretario de Hacienda, Manuel F. Rossy, Secretario de Instrucción Pública; José Severo Quiñones, Secretario de Agricultura, Juan Hernández López, Secretario de Obras Públicas y Comunicaciones; Francisco Mariano Quiñones, Secretario sin cartera. Con el cambio de soberanía como resultado a la Guerra Hispanoamérica, el 13 de octubre de 1898, el Gabinete en pleno presentó su dimisión pero el General Brooke no la aceptó. El nuevo gobernador militar, General Brooke, intentó restringir las facultades del Gabinete pero Muñoz Rivera lo rechazó. En el 1899, la dimisión del Gabinete fue aceptada y el nuevo gobierno militar creó cuatro Departamentos. Al surgir el cambio, Muñoz Rivera se retira del gobierno, no sin antes haber realizado una intensa labor como hombre de estado.
Al instituirse el gobierno civil en la isla en cl 1900, Muñoz Rivera organizó el Partido Federal y funda entonces como órgano de ese partido, “El Diario de Puerto Rico. En mayo de 1901, viaja don Luis Muñoz Rivera hacia Nueva York y el 13 de julio de ese año, comieza a circular en esa ciudad el periódico, “The Puerto Rico Herald” donde se analiza el gobierno que impera en la isla, sus bondades y dificultades. También tenía como objetivo informar a los norteamericanos sobre la situación política y económica por la que atravesaba el país.
Dice el historiador, Gonzalo F. Córdova que Muñoz Rivera dirigía a los fusionistas de la isla y se declaró a favor de la estadidad en el New York Herald llamando a los Estados Unidos, “Nueva Patria”. También en la Casa Blanca, Muñoz Rivera le indicó al Presidente McKinley, que todos los puertorriqueños eran adictos a la Unión Americana”. Por otro lado, un supuesto independentista amigo y compañero en las lides periodísticas de Luis Muñoz Rivera, Evaristo Izcoa Díaz, le escribió al Presidente de Estados Unidos, William McKinley y sobre ese hecho nos dice el historiador Gonzalo Córdova como sigue: “Los españoles nos dejan al partir, su idioma, algo de mus costumbres y mucho de sus vicios y que el pueblo había recibido como enviados del cielo las huestes salvadoras de la Unión Americana, que rompían para siempre sus cadenas de esclavos de una patria degenerada e inmoral; el pueblo de Puerto Rico por primera vez comparece ante vos, y solemnemente hace sus más sinceros votos de adhesión y cariño hacia la nueva patria que le redime, decía Evaristo Izcoa Díaz en su comunicación al Presidente.
En el 1902, regresa Muñoz Rivera a la isla y reorganiza el Partido Federal. Impulsa la idea de Rosendo Matienzo Cintrón, la misma encaminada n unir a todos los puertorriqueños en un solo frente, unidos bajo un mismo ideal político a los lines de lograr mayor fuerza representativa. Así el país podía ser meior atendido en sus planteamientos y reclamos ante el Congreso Norteamericano. Para trazar los planes que condujeran a la realización de ese frente unido, se disolvió el Partido Federal en la gran Asamblea del “Olimpo*, creándose un nuevo organismo político, La Unión de Puerto Rico. Muñoz Rivera salió electo Miembro de la Junta de Directores del Nuevo Partido y poco más tarde se convierte en su líder máximo.
En el 1904, se efectuaron las primeras elecciones\ bajo el nuevo régimen y es por primera vez que no se registran desórdenes en el país con motivo a los comicios celebrados. La unión de Puerto Rico ganó en cinco distritos. Los dos restantes los ganó el Partido Republicano. En el 1906, Muñoz Rivera es electo delegado a la Cámara por el distrito de Arecibo y en el 1908 es electo delegado a la Cámara por el distrito de Guayama. En el 1910, Muño Rivera es elegido por el Partido Unión de Puerto Rico a ocupar la posición de Comisionado Residente en Washington. Su brillante desempeño como Comisionado Residente, le permite ser reelecto hasta los últimos días de su existencia. Mientras se ocupaba de los asuntos oficiales de su país con desvelo y compromiso, atiende desde la capital federal su periódico, “La Democracia, publicando bajo el pseudónimo de “Fairax”, sus crónicas y cartas, leídas en Puerto Rico. En el 1915, pronuncia un vibrante discurso en defensa del Proyecto Jones, que para el 1917, le confiere la ciudadanía americana a los puertorriqueños. Regresa Muño Rivera a la isla en el 1916, ya maltrecha su salud Los médicos le recomiendan descanso y se retiro a las montañas de su pueblo Barranquitas. Ali agravarse su estado de salud, se trasladó al hogar de su amigo, Eduardo Giorggetti en Santurce. Los médicos agotan todos los recursos posibles a sucalcance por restituirle la salud. El enfermo estabaccercano a su fin aquí en la tierra. En su lecho, herido de muerte, un día le dijo a sus amigos:”Yo me muero pero el porvenir de nuestro pueblo ha comenzado a dibujarse en el horizonte”. Ast se despide un hombre que le brindó a su país sus energías, su talento y los mejores días de su vida en la búsqueda de un mejor mañana para su pueblo. Es considerado, Luis Muñoz Rivera como el Arquitecto de la Autonomía Puertorriqueña bajo el régimen español, concedida al país el 9 de febrero de 1898.
VIDA MASONICA
El 9 de mayo de 1892, es iniciado Luis Muñoz Rivera en la Respetable Logia Aurora Núm. 7 de los Valles de Ponce. El 21 de septiembre es ascendido al segundo grado y meses después es exaltado al sublime grado de Maestro Masón. Fue Muñoz Rivera un masón en todo el sentido de la palabra, tanto fuera como dentro de la logia; hermano que sentía orgullo de ser masón, cooperador y siempre presto a darle la mano a sus hermanos. La Resp. Logia de Caguas, Unión y Amparo y asi también la Logia Palafox Núm. 174 de San Juan, lo declararon miembro de Honor de sus respectivos talleres. Al ser proclamado por la Resp. Logia Palafox, miembro de Honor, escribe el hno. Muñoz Rivera a su Venerable Maestro, Francisco Fernández Juncos: “Agradezco la ratificación que habeís hecho de mi título de Socio de Honor, y procuraré, inspirándome siempre en los salvadores principios sobre los cuales descansa nuestra institución masónica, hacerme acreedor a (lan señalada benevolencia”. En nuestro país la masonería ha ido escribiendo historia a través de los años, historia que pone de manifiesto el espíritu fraternal y la grandeza de nuestra institución. Necesariamente para que la historia haya sido escrita tiene que haber contado con muy buenos secretarios, pues de lo contrario todos estos hechos se perderían sin que las generaciones por venir puedan disfrutarlos. Es el secretario de una logia el llamado a realizar ese trabajo al redactar el acta, en cierta medida escribir la historia de la masonería. Necesariamente las logias tienen que nombrar a hermanos en esos puestos comprometidos con la historia.
En 1909, la Resp. Logia, Loarina Núm. 17 de Bayamón, que dirigia el distinguido hermano Braulio Dueño, en su sesión del 20 de septiembre, se acordó solicitar al Muy Respetable Gran Maestro en ese momento, R.H. Antonio Cordero Fuertes, la celebración de una Gran Asamblea para discutir importantes asuntos y al mismo tiempo reconciliar a hermanos masones distanciados por el fragor de las batallas que genera la política. La Resp. Logia Aurora Núm. 7 de los Valles de Ponce hace suya la petición de la logia Loarina, celebrándose la magna asamblea en el Teatro la Perla de Ponce, los días 18 y 19 de diciembre de 1909. Terminados los trabajos del sábado 18 de diciembre en el Teatro La Perla, se citó para ese mismo día en horas de la noche, una reunión para los miembros de la Logia Aurora Núm. 7. Se efectuó la reunión, acordándose que la asamblea se trasladaría a San Juan el próximo lunes 20,con miras a reconciliar a los hermanos Muñoz Rivera y José Celso Barbosa. La Asamblea se celebró en la Resp. Logia San Juan Bautista Núm. 12, ubicada en el Edificio Belaval en la calle Tanca. Los trabajos fueron dirigidos por el Muy Resp. Gran Maestro, Antonio Cordero Fuertes. Constituída la asamblea se nombraron comisiones para traer a los hermanos Muñoz Rivera y José Celso Barbosa. Fueron colocados entre columnas por orden del Muy Resp. Gran Maestro y se le explicó el objetivo de aquel momento histórico para la masonería.
El Hno. Muñoz Rivera se dirige al taller y dice con gran desprendimiento: *Vine en automóvil presuroso de cumplir con la invitación, que a nombre de esta asamblea me hicieron varios hermanos. Si hubiera sabido que había de encontrarme aquí con el antiguo y querido hermano, doctor Barbosa, hubiera volado para llegar más pronto y tenderle mis brazos.”. Y el doctor Barbosa, no menos caballeroso, replicó: Si yo hubiera siquiera comprendido esto, hubiera cabalgado sobre las alas de un rayo para estrechar n este amado amigo y hermano. Se confundieron en un estrecho abrazo dos patriotas ilustres, dos hermanos masones ante el altar de la masonería que hasta entonces habían estado distanciados por diferencias en el ámbito político partidista. Un Incidente que le da lustre y engalanan las páginas de la historia de la masoneria. Nos dice Juan Palacin Mejías, Gran Secretario e historiador de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, que después de la reconciliación de Muñoz Rivera y José Celso Barbosa, se reunieron unos años después en una logia masónica con el fin de establecer un frente unido respecto a la Ley Jones que se discutía en el Congreso, para que ambos solicitaran la aprobación de la misma. Y prueba de ello es que en una ocasión Muñoz Rivera hablaba en las vistas públicas de la Cámara de Representante en Washington y entre otras cosas dijo: “El mes pasado tuvo lugar una importante reunión en una Logia Masónica de Puerto Rico y ante esa asamblea comparecimos el Doctor Barbosa y yo con el firme propósito de establecer una unión perfecta entre los dos partidos políticos; Partido Republicano y el Partido Unión de Puerto Rico para que ambos solicitáramos el honor de convertirnos en ciudadanos de Estados Unidos. Entonces yo sacrifiqué mi criterio personal para beneficio de mi país y desde ese mismo momento me ofrecí a unirme a mi partido y al Partido Republicano, para solicitar la ciudadanía americana y aquí estoy cumpliendo con ese compromiso”.
Tras un esfuerzo tenaz, trabajó sin descanso y una campaña muy bien dirigida, logra que el Congreso de Estados Unidos de América, aprobara el Acta Jones y que se suspendieran las elecciones en Puerto Rico hasta que se implantara la nueva ley. El 20 de septiembre de 1916, regresa Muño Rivera a su país con un logro sin precedente alcanzado en la Capital Federal. Es recibido por una gran y entusiasta multitud. Tiene palabras de agradecimiento para su pueblo por las muestras de cariño y el cálido recibimiento. El prócer regresó cansado, abatido, con su salud maltrecha por el exceso de trabajo. Se retira a las montañas de su pueblo Barranquitas, siguiendo recomendaciones médicas, esperanzado en recobrar su salud. Con el paso de los días su condición de salud empeoró y se trasladó al hogar de su intimo amigo Eduardo Georgetti en Santurce. Los médicos hicieron todo lo posible y todo lo que estuvo a su alcance por devolverle la salud, pero el enfermo estaba herido de muerte. Un día dijo a sus amigos: “Yo me muero pero el porvenir de nuestro pueblo ha comenzado a dibujarse en el horizonte”. En sus útlimas horas de su vida, se acercó a su lecho de enfermo su amigo, Herminio Díaz Navarro y le dice: Todo el país está con usted en estos momentos, sin distinción de clases, sin distinción de matices políticos. El enfermo, ya moribundo, respondió todo el país a mi lado… Todo el país… ¿No cree usted amigo, que éste es el mejor momento para morirme?
Muere el prócer, el patriota, el periodista, el poeta, el político de mil campañas, el masón el 15 de noviembre en las primeras horas de la noche de 1916. La isla se cubrió de luto de norte a sur y de este a oeste. Hombres, mujeres y niños de todas las clases sociales y de todos los credos políticos, se unieron en duelo. Los restos mortales de Muñoz Rivera fueron enterrados en su pueblo natal, Barranquitas. El cortejo fúnebre salió de San Juan y tardó tres días en llegar a la última morada del prócer. Las calles y caminos por donde pasó, estaban llenas de flores y la gente que saludaba se les dibujaba en sus rostros la tristeza y el dolor. Se implantó el Acta Jones que le confiere la ciudadanía americana a los puertorriqueños, el 2 de marzo de 1917, también se establece el sistema bicameral que hoy día disfrutamos. El patriota no logró ver el fruto de sus luchas y de sus esfuerzos convertirse en triunfos rotundos. Sin embargo, su pueblo lo recuerda y reconoce su verticalidad, su nobleza, su inteligencia, sus luchas y porque en su caminar dejó huellas que no pueden borrarse con el paso de los años. Dejó un legado para la historia de su país y para beneficio de las nuevas generaciones de puertorriqueños como tú y como yo.
La Legislatura de Puerto Rico reconoce sus ejecutorias, su enorme contribución al país y su legado a las generaciones por venir, declarando mediante legislación día de fiesta la fecha de su nacimiento, el 17 de julio, día que su pueblo Barranquitas celebra las fiestas de su Patrona, “La Virgen del Carmen”.
Fuente: Personalidades Masónicas de Borinquen (2007)
Autor: Manuel Soto Matías