Segundo
Ruiz Belvís

R.H. Segundo Ruiz Belvis (1829 – 1867)

Nació este ilustre Puertorriqueño, Segundo Ruiz Belvis en Hormigueros, el 13 de mayo de 1829, hijo de José Antonio Ruiz y Manuela Belvis, familia acomodada. Cursó los grados primarios en Aguadilla y los estudios superiores en la cuna de Bolivar, Venezuela, obteniendo el grado de bachiller en Filosofia. Viajó a España y en Madrid se hizo abogado. En Madrid fue miembro de la Sociedad Recolectora de Documentos Históricos de la isla de Borinquen, compartiendo esta actividad con el escritor Puertorriqueño, Alejandro Tapia Rivera y otros connotados criollos. Regresa a su país en tiempos difíciles donde la persecución por motivaciones políticas era la orden del día. El Yugo Colonial, la esclavitud, la carencia de libertades y la opresión asfixiaba al ciudadano, mientras los gobernantes gozaban de poderes omnimodos. Ruiz Belvis hombre batallador, enérgico, activo, pero generoso y amante de la libertad para su patria, no podía verla sumida en la desgracia, cuando sólo se oía el crugir del látigo del amo exigiendo mayores privilegios y mayor obediencia a sus infames reclamos. Para Segundo Ruiz Belvis y Betances no era fácil observar estos espectáculos por todas partes y quedarse inertes con las manos cruzadas. Estos dos patricios unen sus voluntades para fundar lo que se conoce en esos días, La Sociedad Secreta Abolicionista, que iba dirigida a libertar a niños hijos de esclavos, comprando su libertad antes de que llegaran a la “Pila Bautismal”, ya que despues de bautizado el costo del niño era más alto. Lo triste de este espectáculo era que la Iglesia  Catolica lo patrocinaba y no lo combatía como la moral lo exige. Heredó Ruiz Belvis 123 esclavos, los que liberó de inmediato, pues para él la servidumbre era funesta, despreciada, que no podía existir ni ser patrocinada. Afianzó su posición Abolicionista con las corrientes liberales y reformistas del la época, tanto en Europa como en América. Iban tomando fuerza dos posiciones; los que apoyaban la emancipación de los negros esclavos en forma gradual y los que creían que la enclavitud había que erradicarla en su totalidad.

España objetaba la emancipación de los inclavos en su totalidad, amparándose en la enrencia de fondos necesarios para indemnizar a miles de propietarios de esclavos ante la pérdida de una mano de obra prácticamente gratis. Se Inclinaba España a la idea de una abolición gradual, precedida por una inmigración selecta, esto es, lo que podía conocerse como “blanqueailento” de la Sociedad Puertorriqueña. Para el 1860 la población del país era de unos 585,000 habitantes; 42,000 esclavos, 242,000 negros libres y unos 300,400 blancos. No obstante, puede observarse que las estadísticas demuestran un filmo de crecimiento mayor de la población blanca. No empece a los estragos causados por la epidemia del cólera en el 1855 y otras enfermedades que hacían que la tasa de mortalidad fuera alta.

Segundo Ruiz Belvis no sólo se destacó por su afán por erradicar la esclavitud y diezmar el monopolio del hombre blanco sobre el hombre negro, sino también por su verticalidad al no permitir el favoritismo de aquellos que se creen que se lo merecen por la jerarquía de la posición que ocupaban. Prueba de ello es que mientras ocupó la posición de síndico del Consejo Municipal de Mayagüez, demostró ser un extraordinario servidor público y defensor de los intereses del pueblo. En una ocasión el Capitán General, gobernador de Puerto Rico, Messina visitó a Mayagüez y quiso disponer ilegalmente de unos fondos. Todos los Consejales cedieron a la petición del gobernador, menos Ruiz Belvis que se opuso tenazmente y el gobernador aprovechó la ocasión para destituirlo arbitrariamente de su posición.

En el 1866, Ruiz Belvis fue electo en unión a José Julián Acosta y Francisco Mariano Quiñones para formar una comisión de Reforma Antillana, especialmente para estudiar y hacer recomendaciones sobre la esclavitud. Estos tres patriotas abolicionistas, formaron un verdadero frente redentor contra los explotadores esclavistas, que pretendían mantener la esclavitud a toda costa en la pequeña Antilla. La tenacidad de estos tres criollos en su combate contra la esclavitud se deja sentir en su informe que rinden a la Metrópoli. El 10 de abril de 1867, presentaron los tres comisionados el informe al gobierno de Madrid, el mismo es considerado una joya para la historia, Así opinaron los grandes tribunos Castelar y Labra en sus discursos parlamentarios sobre la Abolición de la esclavitud. El informe llegaba al fondo del problema y recogía sabias recomendaciones. No admitían estos tres hombres de temple patriótico ninguna clase de reforma que no fuera la supresión total de la esclavitud, a pesar que el Parlamento Español estaba inclinado a erradicar la esclavitud gradualmente.

De vuelta a su país, a la colonia, no le fue posible vivir en ella por la tirantez y la atmósfera política que se respiraba. Decía este connotado criollo como Jacobo Rossau: “El hombre ha nacido IIbre, y en todas partes lo encuentro entre cadenas” Una vez que sus enemigos se enteraron que había sido él uno de los cerebros del famoso informe rendido en Madrid y quien prácticamente lo redactó en su totalidad, lo rechazaron, recibiendo los motes de agitador, subversivo y traidor. Con motivo a la supuesta rebelión de los astilleros, ocurrida la tarde del 7 de julio de 1867, el gobernador de la isla Marchessi aprovecha el momento para lanzar una ofensiva despiadada contra todos aquellos que juzgaba enemigos del régimen. Por otro lado, a raíz del supuesto evento de los Astilleros, Ruiz Belvis había tenido un choque personal con el comandante militar del Distrito de Mayagüez, Coronel Balboa. Ante una despiadada persecución y amenazado a ser arrestado, se ve obligado a abandonar su país e irse al exilio en unión a otro valeroso abolicionista, su amigo, Ramón Emeterio Betances. Salen con rumbo a Nueva York y una vez alli continúan por distintos inminos; Betances se dirige a Francia poco tiempo después y Ruiz Belvis se dirige a Chile donde tenía grandes simpatías y amigos prestos a brindarle ayuda.

La salud de Segundo Ruiz Belvis aún antes de salir de Puerto Rico estaba deteriorada, sufría de mtrechez de la uretra y unos días antes de salir de la isla se le había introducido medicamentos para dar salida a la orina. Durante el viaje sufrió horriblemente de la condición, recibiendo algun tratamiento que aliviaron parcialmente su condición de salud maltrecha. Llegó a Chile abatido por la condición y en un estado anímico deplorable. Pocos días después muere Segundo Ruiz Belvis y para muchos aún sigue su muerte en un velo de misterio. Sin embargo, un certificado médico firmado por el galeno, EC Menkel en el lugar que ocurre el deceso, en Valparaíso dice: “El doctor en medicina que suscribe, certifica, que ha asistido profesionalmente al finado, Sr. Don Segundo Ruiz Belvis desde la llegada de dicho caballero a Chile hasta su muerte. El señor Ruiz Belvis había sufrido tiempo atrás de una estrechez considerable de la uretra y antes de partir de Puerto Rico había sido necesario introducirle cathroder, para dar salida a la orina. Murió el Señor Ruiz Belvis a causa de la estrechez de la uretra y directamente a causa de gangrena producida por inflamación phlegmonosa del perineo”.

La muerte de este prócer ocurrida en noviembre de 1867, fue un rudo golpe para el país y sus aspiraciones en lograr mayores libertades para un pueblo oprimido y devastado totalmente por un tirano implacable.

El gobierno de Chile había ofrecido ayuda a la causa separatista, ayuda que nunca se materializó, La muerte de Ruiz Belvis a una temprana edad, 37 años, no permite que esa ayuda llegara al país en sus aspiraciones de mayores libertades. Segundo Ruiz Belvis, además de un abolicionista y distinguirse como un connotado criollo por las causas justas, fue un masón iniciado en la desaparecida Resp. Logia Unión Germana, la madre logia de los próceres, Ramón Emeterio Betances Alacán y Santiago R. Palmer Irizarry. Es un honor y la historia se llena de júbilo, que un hombre de la estatura de Segundo Ruiz Belvis haya militado en la masonería.

Fuente: Personalidades Masónicas de Borinquen (2007) 
Autor: Manuel Soto Matías 

Learn how we helped 100 top brands gain success.

Let's have a chat